Existen alteraciones del ciclo estral en las perras, con mayor o menor importancia, e incluso no apareciendo nunca signos de celo.
Anestro persistente: se da cuando la perra no tiene ningún celo. Antes de hacer pruebas que expliquen la causa, conviene esperar a que cumpla los 2 años de edad y, si es posible, debería ser alojada con perras que sí ciclen con normalidad, puesto que esto puede ayudar a inducir el celo en las perras que no lo han tenido.
Algunas causas pueden ser metabólicas: por hipotiroidismo, por administración prolongada de glucocorticoides, y anomalías ováricas como por ejemplo: anomalías anatómicas o malformaciones, quistes, tumores y ausencia de los ovarios debida a la castración.
También existen otras posibilidades como el celo silencioso que no presenta signos externos que ayuden a reconocerlo. Esto podría detectarse midiendo los niveles de progesterona en sangre.
Intervalo interestro prolongado: esto existe cuando entre dos celos pasan más de 12 meses. Hay que tener en cuenta que, aunque las perras ciclan durante toda su vida (no tienen menopausia), el intervalo entre celos puede ser más largo según aumenta la edad.
Las causas suelen coincidir con las mismas que producen anestro persistente, no olvidando que puede haber existido un celo silencioso.
Intervalo interestro acortado: se produce cuando entre dos celos pasan sólo 4 meses o menos. Muchas de estas perras son estériles, aunque en algunas razas, como el Pastor Alemán, y en algunas perras, este intervalo acortado puede ser normal y no interferir en la fertilidad.
La causa suele ser difícil de descubrir.
Celo fragmentado: en este caso, el proestro se detiene sin pasar al estro, es decir, se produce la primera fase de sangrado, pero luego no hay una etapa receptiva y fértil.
Esto es más frecuente en hembras jóvenes y normalmente se resuelve en ciclos sucesivos, siendo éstos ya normales.
Proestro y Estro prolongado: el proestro dura aproximadamente 9 días, pudiendo llegar a 17 en perras normales y fértiles. La media de duración del estro es de 9 días, aunque puede llegar hasta 21. No se consideran anormales hasta que, juntos, sobrepasan los 35 – 40 días.
Una de las causas más frecuentes suele ser la presencia de quistes ováricos, aunque también es necesario descartar otras causas posibles como tumores o si se les ha administrado algún estrógeno.
Estro corto: se acepta como tal cuando dura menos de 3 días.
Sucede por errores en la observación y reconocimiento del estro, la edad (más frecuente en perras mayores) y la aparición de celos fragmentados.
Si tu perra muestra algún signo que te haga pensar que padece alguno de estos problemas, te recomendamos acudir a tu veterinario de confianza.
https://www.foyel.com/paginas/2010/02/1221/anormalidades_del_celo_en_la_perra/